sábado, 27 de septiembre de 2014

Lo que no decimos nos mata.. Palabras (Cepeda)

"Sabes a donde van las palabras que no se dijeron?
A donde va lo que quieres hacer y no haces?
A donde va lo que quieres decir y no dices?
A donde va lo que no te permites sentir?
Nos gustaría que lo que no decimos caiga en el olvido, pero lo que no decimos se nos acumula en el cuerpo, nos llena el alma de gritos mudos.
Lo que no decimos se transforma en insomnio, en dolor de garganta.
Lo que no decimos se transforma en nostalgia, en destiempo.
Lo que no decimos se transforma en una deuda, en algo pendiente.
Las palabras que no decimos se transforman en insatisfacción, en tristeza, en frustración.

Lo que no decimos no muere.. Nos mata!"


Dicen que las palabras son decretos, energía emanada, articulada, que es palabra sagrada, el mejor activo, lo que nos define ante el resto. Dicen también que el papel aguanta todo, que se puede decir lo que sea, cuando sea, como sea, al costo que sea.
Nuestras emociones nos hacen emitir palabras según nuestro estado: De felicidad desbordada, pasión desmedida, haciendo el amor, descargando ira o resentimientos contenidos contra el otro, etc.

Se puede decir la verdad? Es conveniente decir la verdad? Decir lo que nos conviene y callar lo que le conviene al otro, sacrificando nuestra propia libertad para sentir o decir lo que necesitamos expresar?
Somos irreverentes por naturaleza, desfachatados, de boca floja y mente rápida. Somos intelectuales, preparados, sagaces.. en público, en las redes. Mas, en nuestro silencio, cuando toca hablar con nuestro espejo, en la soledad del silencio mas cortante, seguimos siendo los mismos?

Fiel convencido del poder de la intención a través de la palabra, por eso también me atrevo a decir que.. Lo que decimos también mata.
Todo depende de qué y cuánto tenemos dentro para dar, palabras de amor, de cariño, de vida o de muerte.


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