lunes, 4 de febrero de 2013

El Buen Combate.. Porqué matamos nuestros sueños?

El Buen combate es aquel emprendido porque nuestro corazón lo pide. Está permanentemente en los campos de batalla al interior de nosotros mismos.
El buen combate es aquel entablado en nombre de nuestros sueños. Cuando explotan dentro de nosotros, con todo su vigor, en la juventud, tenemos mucho coraje pero todavía no hemos aprendido a luchar. Después de mucho esfuerzo, hemos aprendido a luchar pero ya no tenemos el mismo coraje para combatir.


Por eso, nos volvemos contra nosotros mismos y pasamos a ser nuestro peor enemigo.
Decimos que nuestros sueños eran infantiles, difíciles de realizar o fruto de nuestra ignorancia de las realidades de la vida. Matamos nuestros sueños porque tenemos miedos de entablar el buen combate.

El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo. Las personas exitosas mas ocupadas siempre tienen tiempo para todo. Las que nada hacían estaban siempre cansadas, no conseguían realizar el poco trabajo que tenían y se quejaban constantemente de que el día era demasiado corto. En verdad, tenían miedo de enfrentarse con el buen combate.


El segundo síntoma de la muerte de nuestros sueños son nuestras certezas. Porque no queremos considerar la vida como una gran aventura para ser vivida. Pasamos a juzgarnos sabios, justos, correctos en lo poco que pedimos a la existencia. Miramos mas allá de las murallas y escuchamos el ruido de lanzas que se rompen, el olor de sudor y de pólvora, las grandes caídas y las miradas sedientas de conquistas de los guerreros. Pero nunca notamos la alegría, la inmensa alegría que está en el corazón de quien está luchando, porque para ellos no importan ni la victoria ni la derrota.. Importa solo participar del buen combate.

Finalmente, el tercer síntoma de la muerte de nuestros sueños es la paz. La vida pasa a ser una tarde de domingo, sin pedirnos cosas importantes y sin exigirnos más de lo que queremos dar. Creemos entonces que ya estamos maduros; abandonamos las fantasías de la infancia y conseguimos realizarnos personal y profesionalmente.
Nos sorprendemos cuando alguien de nuestra edad dice que quiere todavía esto o aquello de la vida. Pero en verdad, en lo íntimo de nuestro corazón, sabemos que lo que ocurrió fue que renunciamos a luchar por nuestros sueños.. A entablar el buen combate.


Cuando renunciamos a nuestros sueños y encontramos la paz, tenemos un pequeño período de tranquilidad. Pero los sueños muertos comienzan a pudrirse dentro de nosotros e infectan todo el ambiente en que vivimos. Empezamos a ser crueles con los que nos rodean y finalmente pasamos a dirigir esa crueldad contra nosotros mismos. Surgen las enfermedades y la psicosis. Lo que queríamos evitar en el combate, la decepción y la derrota, pasa a ser el único legado de nuestra cobardía.

Y llega un bello día en que los sueños muertos y podridos vuelven el aire tan difícil de respirar que pasamos a desear la muerte. La muerte que nos libre de nuestras certezas, de nuestras ocupaciones y de aquella terrible paz de las tardes de domingo.

                                Extracto del libro El Peregrino - Paulo Coelho



Vivir los sueños..
- "Pero, como? Yo creí que por fin tuviste el sueños de los fideos?
- Si Pa.. Realmente no quiero aprender a hacer fideos..
  Amo el Kuunng Fuuu!!.."

                                                                          Po, de KungFu Panda


*Gracias Paulo por permitirme compartir con mis semejantes tus vivencias del camino.. El mismo que también deseo tomar. Que así sea el buen combate en el corazón del hombre.